Por: Milagros Payano
Según el último Censo de población de la República Dominicana, el mayor porcentaje de este estudio corresponde a las mujeres, somos las mayoría. Un grupo en
la sociedad capaz de hacer inclinar la balanza a la hora de la
aprobación de cualquier proyecto. Pero nuestra existencia es importante no solo por eso; debemos tener un sentido y un
propósito que haga esa existencia
fructífera. Eso lo logramos cuando cumplimos el rol fundamental y más importante
el cual fuimos creadas, que es el que tenemos en el hogar.

Esto ha sido importante, pero hemos sido beneficiadas con esta
independencia? . El hombre que ha jugado
hasta hoy el rol de proveedor y cabeza
de la familia, ante tanto progreso y
desenvolvimiento de la mujer, se pierde, no sabe que la actitud
debe tomar con respeto a ella y como debe tratarla.
Pero si el hombre está perdido la mujer lo está mucho más.
Ella se quiere convertir en el hombre de
la casa, llegando a ver a su compañero como un obstáculo y hasta como un enemigo.
La mujer está constantemente presionando, discutiendo, peleando, cuestionando a
su esposo. Está pisando un terreno muy falso
y peligroso que en cualquier
momento puede derrumbarse y venirse abajo.
Ellas piensan que ser
mujer es un defecto, un error y quiere igualarse a un hombre. La mayoría de los hombres, se muestran
altamente agresivos, cuando no reciben atención de sus esposas. Atención sexual, emocional, afectiva, que se
le tome en cuenta, que lo valoren, sentirse importantes para ellas.
Muchas veces llegan a
manipularlos a través del sexo y ellos
las poseen sexualmente con abuso cada vez que lo desean. Esas dos posiciones
nunca serán sanas y conducirá a la infelicidad de ambos.
La biblia dice “la mujer sabia edifica su casa, más la necia
con sus manos la derrumba”. Aunque esta frase de la biblia tiene miles de años
se adapta muy bien a las vivencias que
tenemos las mujeres de hoy. La mujer que apoya a su marido y le obedece es una locura para este mundo. Siendo esto más
que una
locura , la real solución a tantos divorcios y vidas rotas.
Mujer vive tu rol a plenitud, de esposa, madre, amiga,
hermana. No tengas miedo de ser mujer, frágil y con miles de defectos, pelea
por tus derechos pero no hagas de tu hogar un ring de boxeo todo el tiempo. No permitas al hombre
ser constantemente quien bombardee el
hogar con insultos, amenazas y momentos conflictivos. Pero amalo, mímalo, hazle
el amor, pero sobre todo admíralo y respétalo.
Simplemente se mujer.
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