Por: Luiggis Ledesma
Según el
diccionario ESPASA de la Real Academia de la Lengua, ´´ética´´ significa: parte de la filosofía que trata la
moral y las obligaciones de un hombre.Bellas
palabras son esas, más en la práctica otra cosa.
Como
profesionales del ejercicio periodístico debemos tener en cuenta que este tema
es de suma importancia nuestra, debido a la necesidad de marcar una línea en donde contenga un acápite subrayando la
ética.
Los
intereses económicos o la búsqueda de notoriedad en palestra, nos han
convertido en seres despiadados, carentes de poco sentimientos de nobleza. Hoy
día se busca la noticia o reportaje de más impacto en la sociedad, a tal punto
que transgredimos los linderos de la morbosidad, tan sólo, por obtener esa
información que nos de la pizca de protagonismo.
No, no y
nuevamente ¡No! Es inadmisible que
pongamos el espíritu del periodismo por encima de cualquier ser vivo,
incluyendo en faceta primaria a los humanos.
Esas
acciones, pertenecen a proceder incorrecto, nos llevan a un despeñadero sin
escalera de retorno.
Si como
reporteros: ´´Presenciamos un accidente, el cual, hay seres involucrados en
riesgo de muerte, es pertinente disponernos de nuestra profesión, y dejar salir el humanismo que llevamos
dentro, una vida es más valerosa que cualquier reportaje´´. ¡Bueno, eso creo!
Otro
caso de mucho énfasis, que nos enrola en
la mismas aguas, es la manera que agredimos la privacidad e intimidad de las
personas, inmiscuyéndonos en su existencia, hasta un punto de desasosiego
emocional de eso individuo , movido por el intereses del medio al que pertenecemos
o, en el peor de los caso, porque un particular desea hacerle, tal o cual cosa
al susodicho.
Es hora
de dar el estigma merecedor a los que comparten este planeta tierra con
nosotros. Entender el daño que hacemos cuando tomamos un cheque para afectar la
salud moral de los demás.
¿Callar
lo malo? En ninguna manera. Ir detrás de esas demostraciones para que sean
cumplidos los asuntos a cargo de los órganos rectores. Sin embargo, no hacer
leña del árbol caído.
Nuestra
misión tiene que estar abrigada en la prudencia, la sensatez y el corazón por
los demás. Ponernos en su lugar, aunque no en sus zapatos, quizás no encajemos dentro
de éste, pero, sí en su lugar.
Dinero,
presunciones y bienes materiales, no deben trastornar nuestra óptica, sino
quedemos lugar a las fibras de sensibilidad que tocan nuestras almas y que no
muera el lado altruista que habita en nosotros. Todo esto sea con gran ahínco
en la ÉTICA.
.
Nos
despedimos con esta cita: ´´Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser
buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si
se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus
intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias´´. Ryszard
Kapuscinski
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