Por: América Pérez*
Hace años que la elección del presidente del Concejo de Regidores en la Alcaldía de Santo Domingo Oeste se percibe más como un mercadillo que como un acto democrático. Peor aún que el antiguo mercado de Pinturas, el mismo que fue reorganizado durante la gestión del exalcalde José Andújar. Hoy, incluso, hay quienes ya están sacando sus frutas y víveres a las calles… Ojo con eso, Francisco Peña.
El rumor público insiste en hablar del “hombre (o mujer) del maletín” y en los famosos votos “comprados”. Y sí, lo hemos visto todo. Desde regidores tan mayores que necesitaban asistencia para votar, hasta aquel memorable día en que dejaron a Luis Díaz Filpo vestido y sin presidencia. O cuando se rompió la llamada “regla de oro”, y aquella vez en que se otorgó la vicepresidencia a una opositora, avalada por el oficialismo. En fin, historias sobran.
Este año no fue la excepción. Como en una función ya ensayada, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) presentó su plancha oficial, firmada por su alta dirigencia. Pero otra plancha emergió: la disidente. ¿Qué ocurrió? Lo que permite la Ley 176-07: se presentaron ambas, y la mayoría decidió.
Joan Herrera fue electo presidente con una combinación de votos propios y “prestados”. La oposición jugó su rol, no por amor a Herrera, sino porque vieron la oportunidad de dar un golpe estratégico a la división interna del PRM. Una jugada de ajedrez en la que nadie sabe quién usó a quién.
Curioso fue el cambio de bando de Adhamilka Espinal según fuentes, quien apoyaba una plancha y terminó votando por la otra. Más curioso aún fue ver a Susy De La Cruz, otrora aliada cercana de Joan, postulada como vicepresidenta de la plancha oficialista. Puro arroz con mango.
Eddy “Maclem” López también sorprendió. Desobedeció la línea firmada por su líder Elías Báez, quien apoyaba a Jassiel Díaz. Por su parte, Tony Acosta dio su voto a Herrera, a pesar de que ambos han vivido en constantes choques durante el último año. Un día enemigos, otro día aliados.
La oposición se regocija diciendo que ellos “ponen y quitan presidentes” en el ayuntamiento, asegurando que esto es solo un adelanto de lo que pasará en 2028. ¿Será así? No lo vemos de esa forma. Mientras tanto, desde las filas del PRM, ya hay quienes piden la cabeza de Acosta, Jáquez, López y el propio Herrera. Les llaman “los Judas”. Han comenzado campañas.
Joan Herrera es astuto, inquieto, de esos que no temen al riesgo. Sabe dónde se metió y lo que provocó. Pero su jugada abrió frentes con pesos pesados del partido como Francisco Campusano, Félix Grullón, Radhamés González, Elías Báez, Jean Claude y el propio Francisco Peña. Aun así, Joan también sabe cuándo ponerse el traje diplomático, y aunque la gente lo ve incontrolable, el sabe nadar y guardar la ropa seca.
El Concejo, lamentablemente, sigue sin tomar consejo de nadie, no cogen esa. Debería estar trabajando por limpiar su imagen, defender los intereses del pueblo y devolverle la dignidad al ejercicio municipal. Este municipio da pena y vergüenza. Aunque, eso sí, esta vez no hubo tiros, ni golpes, ni puertas de cristal rotas. Algo es algo.
La política es interesante, por ejemplo, Joan Herrera sale del PLD por temas con el equipo de Frank Soto de donde es Ruben Aybar miembro entre los primero 5 y cuidado, y este último es quien defiende el derecho de la plancha, incluso rememorando la escogencia en su momento de Félix Encarnación hoy diputado.
Los muchachos luchan dentro por su liderazgo principalmente (Jassiel, Joan, Maclem y José Radhámes) y los adultos afuera hacen lo propio por ellos, solo que hay que detenerse un poquito y ver cual es el mensaje que se envía desde estos escenarios, y sabiendo que no siempre el fin justifica los medios. Hay que poner al partido por encima de todo o no tendremos techo donde cubrirnos del sol, agua y fuego.
*Periodista
Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional
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