Por: América Pérez
Pensadora Libre
Ante cualquier pronóstico de división o pataleo, triunfó la democracia interna del Partido Revolucionario Moderno, esto debe llenar de orgullo a cada miembro de esta organización política.
Éramos unas de las que creían que dos de los precandidatos iban a prender el barco. Gracias a Dios que se camina a la madurez política.
La misma noche de 1 de octubre con una agilidad increíble la Junta Central Electoral (JCE) procesó los datos que suministraron los funcionarios de los centros de votación.
Ante la opinión pública quedó bien parado el partido oficialista, con más de un millón de votos donde resultó ganador Luis Abinader, el mensaje dado ese mismo día cuando el sol duerme y la luna anda como dueña y señora, fue de unidad, de invitar a Guido, Alburquerque y a Delia a estar en su partido, y lo dijo con toda la sinceridad que le caracteriza.
Por igual, ellos han manifestado públicamente primero las felicitaciones y segundo que estarán caminando hombro a hombro junto a Abinader en esta candidatura con miras al 2024.
El factor sorpresa de este evento electoral lo fue Delia Josefina Ortiz, la cual acompañada de su equipo central político esa misma noche felicitó a los perremeístas por el apoyo que le dieron en cada provincia, siendo ella de menos recursos que los demás aspirantes.
Esto la visualiza como una lideresa con cualidades gerenciales a potencia, una dama con trayectoria de Estado, y compromiso social y partidario.
Según manejamos informaciones su discurso fue calando a nivel de redes sociales, haciendo que dirigentes de su partido de todo el país se acercaran y sin ningún tipo de beneficio trabajaron a favor de la candidatura que representó la rebeldía en buena palabra o en buen decir.
Cuando se habla con Delia, se nota el deseo de contribuir a una mejor sociedad a través del instrumento político, llamado Partido Revolucionario Moderno, marcando ella un hito en las internas del mismo. Hay que verla como una mujer empoderada y con objetivos claros. Atrevida.
Sé que muchas mujeres revolucionarias se sienten y se sentirán identificadas con ella, que la palabra sororidad no se quede solo en el diccionario, sino que pasemos a la práctica, recuerdamos que cuando le preguntaron a Doña Milagros Ortiz Bosch sobre los precandidatos antes del evento, tocándole a ella ir a inscribir al presidente Abinader, ella dijo "...y una mujer", o sea que ni su nombre pudo decir, y eso que la conoce. Desde ahí comienza el apoyo y el respeto a nosotras mismas, estemos o no de acuerdo.
Y qué decir de algunas comunicadoras, cuando de forma despectiva decían "A ella nadie la conoce", algunos hombres tambien hicieron resistencia ante el fenómeno, pero nada de esto la ha detenido y estén por seguro que habrá Delia Josefina Ortíz para rato.
Y que bueno que esto siga ocurriendo que más mujeres tomen o tomemos las riendas de su vida y accionar político, sin miedo a nada. En verdad no hay nada que perder, muy al contrario, mucho que ganar.
¡¡Mujeres al poder!!
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