El enemigo lanzó piedras en tu camino, ¡fue todo muy inesperado! Perdiste el equilibrio, no pudiste sostenerte por ti misma, ¡y caíste! ¡Dolió!
Aparentemente todo terminó, la vergüenza invadió tu mente y tu semblante se fijó en el suelo.
Todos te miraban, te señalaban y otros hasta reían, ¡de repente! Se acercaban, para ver que te había pasado y aseguraban que ya no podrías valerte por ti mismo.
Mientras parecía todo estar paralizado, algo acontecía... y es que no se detuvo lo que hay dentro de ti, tropezaron tus pies, pero no tus fuerzas, se cayó tu cuerpo, pero no se cayó tu fe, así que, para sorpresa de los que iban de camino a verte, ¡ya no estabas!
La piedra la removiste, y continuaste por el camino... esta vez de manera mas acelerada, porque usaste lo que quiso detenerte para ser aún más fuerte.
Tienes una virtud. ¡Sabes como levantarte! Y es que fuiste diseñado para las alturas, y a pesar de que estuviste en el suelo, reconoces que es temporal, porque aunque quisieras acomodarte, las alas que tienes, provocan que vuelvas a donde perteneces... ¡a las alturas! 🙌🏻
Que lamentable por los que fueron a visitarte, no acostumbras a dejar a nadie plantado, pero tenías una cita que no podías perder, y saliste corriendo hacia ella. Tu victoria te esperaba.
La que hoy te acompaña.🤜🏻🤛🏻
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