¿Sabías que las hojas de remolacha también se
comen? Aprende todo lo que necesitas sobre este bulbo colmado de beneficios
Entre la cantidad de frutas y verduras que
abundan en este mundo las remolachas deben ser de las más pintorescas y
atractivas que existen. Cuenta con un color morado intenso que es capaz de
teñir cualquier preparación en la que se le incluya.
En sus orígenes, el consumo de remolachas se
limitaba solamente a las hojas descartándose la hortaliza en sí misma que es lo
que hoy consumimos. Con el correr de los años, se comenzó a apreciar a la
remolacha por su dulzura natural y por agregarle un toque de sabor particular a
las ensaladas.
La remolacha es de los vegetales más
recomendados por los médicos si pensamos en incorporar nutrientes y beneficios
para la salud.
Aunque es de las verduras que contienen mayor
cantidad de azúcar, puede ser consumida por casi todo el mundo y se recomienda
sumarla a nuestra dieta por lo menos 2 veces a la semana.
Pero las remolachas no sólo tienen reservado un
atractivo color o un particular sabor, sino que al mismo tiempo pueden
utilizarse sus propiedades curativas y hacer grandes aportes a la salud, como
así también, actuar en la prevención de enfermedades.
A continuación te detallaremos los beneficios
que aportará a tu organismo el consumo regular de remolacha.
- Disminuir la presión arterial: el jugo de
remolacha o betabel como se la denomina en algunos países, puede ayudarte a
reducir la presión arterial en sólo pocas horas. Algunas investigaciones
sugieren que un vaso de jugo de remolacha puede reducir la presión arterial en
un promedio de 5 puntos.
Esto es posible gracias a los nitratos de
origen natural propios de la remolacha que dentro del organismo se convierten
en óxido nítrico, el encargado de relajar y dilatar los vasos sanguíneos
logrando que la circulación de la sangre sea más fluida para lograr regular la
presión.
Asimismo, los altos contenidos de potasio
presentes en la remolacha y su escaso contenido de sodio, reduce en más de un
20% las probabilidades de un accidente cerebrovascular o de enfermedades
cardíacas.
- Mejorar su resistencia física: si se dispone
a comenzar una sesión de ejercicios o a practicar un deporte le recomendamos un
vaso de jugo de remolacha para lograr un mayor rendimiento. Aquí también
interviene la transformación de los nitratos en óxido nítrico que reducen el
costo del oxígeno durante la actividad física y mejora el rendimiento.
- Combatir la inflamación: la betaína, es una
sustancia que se encuentra únicamente en este bulbo y que nutre a las células,
las proteínas y las enzimas protegiéndolas del estrés ambiental. También puede
combatir la inflamación, proteger los órganos del cuerpo, reducir los riesgos
vasculares y evitar la aparición de ciertas enfermedades crónicas.
- Combatir el cáncer: los fitonutrientes de los
que nos provee la remolacha y que son los que le dan ese color púrpura intenso
característico son al mismo tiempo los responsables de prevenir la aparición
del cáncer. Algunos científicos sugieren que la remolacha es capaz de reducir
las formaciones tumorales en distintos órganos del cuerpo.
- Proporcionar fibra y nutrientes: dado el
ritmo de vida que llevamos, fortalecer el sistema inmunológico para crear una
barrera contra todos los “ataques” que recibe nuestro organismo a diario, es
fundamental. La remolacha juega un rol importantísimo a la hora de incorporar
vitaminas C, fibra y minerales tales como potasio (un mineral que juega un rol
importante en la función cerebral) como así también manganeso (indispensable
para fortalecer los huesos, proteger el hígado, el páncreas y los riñones). El
folato de la vitamina B reduce el riesgo de malformaciones en el feto.
- Desintoxicar el cuerpo: cuando el cuerpo se
encuentra invadido por un exceso de toxinas que no pueden ser excretadas de
manera natural, la remolacha es capaz de dar ese impulso gracias a los
pigmentos que contiene para ayudar a eliminar impurezas y limpiar el hígado y
la sangre.
No dejes de sumar a tu dieta esta verdura
colmada de nutrientes que puedes consumir cruda en jugos, o cocida en ensaladas
y otras preparaciones; como así también, sus hojas que también cuentan con
importantes nutrientes.
Si vas a consumirla hervida no retires su piel,
aunque nuestra principal recomendación es que las cocines al vapor para que
conserven todos sus nutrientes.
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