jueves, 1 de noviembre de 2018

Mensaje a Fausto Mata


Por: Dalton Herrera

A la verdad que Boca de Piano es el ejemplo perfecto del chofer del carrito público que habla sin documentarse durante el trayecto, y que argumenta con tal seguridad de su ignorancia que infecta con la misma dósis de su estupidez a los demás pasajeros que solo se limitan a leer portales de noticias falsas para seguir confirmando por los cuatro vientos, sin darse cuenta, que son unos imbéciles.

Su fama se debe a su talento para hacer comedia, que aunque a mí particularmente no me haga ninguna gracia, reconozco que cala muy hondo en la mayoría del dominicano que busca cierta distracción para tratar de olvidarse de los problemas familiares o económicos.

Pero como cualquier menso que dispara su ego hacia las alturas y que quiere brincar más allá de su papel en la sociedad, este señor, en plena entrevista (no sé si de chistes) con el NIETISIMO, aseguró con desconocimiento extraordinario que los padres de la joven (Emely) deberían ser enjuiciados también, porque permitirle a una niña de 14 o 16 años tener un novio mayor de edad es una forma de venta.

Señor Boca de Piano, Emely tenía 12 años y Marlon 16 al momento de que entablaron la relación, o sea; ambos eran menores de edad.

De todas maneras fuese el caso contrario, de que él es mayor de edad y ella menor, solo el cuchillo sabe el corazón de la auyama; y ante una relación laboral durante muchos años entre ambas familias, los Peguero y los Martínez, nadie pensaría que una tragedia de estas dimensiones ocurriría en tales circunstancias.

Tenga más solidaridad y humanismo con las víctimas de este horrible crimen y no quiera buscar sonido con temas tan sensibles como este. El mejor consejo que le puedo dar, y de gratis, es que mejor siga en su humor, produciendo dinero y haciendo doscientas películas por año. En eso usted es muy duro, aumentando sus capitales.

Pero en temas sociales y sensibles, tanto usted como una camada de influencers o busca sonidos de la televisión y redes sociales, son terriblemente despreciables.

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