¿Los mató la fama?

Por: Luis Eduardo Montero

Elvis Presley, Marilyn Monroe, Michael Jackson y Whitney Houston constituyen cuatro de las más grandes estrellas que ha tenido Estados Unidos y el mundo en toda su historia.

Los cuatro gozaron de un merecido reconocimiento mundial producto de su incuestionable talento para el canto, la actuación, el baile o el modelaje.

Sin lugar a dudas, se convirtieron en íconos del arte, en rentables fuentes de ingresos, en marcas populares, batieron récords importantes, conquistaron el mundo del espectáculo, ganaron cientos de premios, innumerables discos, acumularon millones y millones de dólares, abarrotaron estadios, encabezaron giras exitosas, firmaron contratos millonarios, construyeron lujosas mansiones y se convirtieron en parte histórica de la Cultura Popular Estadounidense.

Su paso por el mundo del arte y el espectáculo es sencillamente admirable, sus huellas son impresionantes. Sin embargo, a pesar de ése descomunal éxito, estas personas no pudieron lograr un elemento que es básico y primordial en la vida: Ser feliz por mucho tiempo.

No caeré en el error de decir que la vida de estas celebridades fue de completa infelicidad, sería un extremismo de mi parte. Seguramente estas personas tuvieron muy buenos momentos de salud emocional, pero, lo que sí es cierto, es que sus vidas no se caracterizaron por ser vidas con una permanente felicidad.

Es importante entender que la felicidad no tiene que ver nada con fama, dinero y lujos. Es decir, ser famoso y tener dinero no implica ser necesariamente feliz, y viceversa, tener fama y dinero no me hace un infeliz. La felicidad la construimos nosotros como persona, tengamos o no tengamos dinero.

Estimados lectores, lamento decirles que Elvis Presley, Marilyn Monroe, Michael Jackson y Whitney Houston a pesar de sus grandes logros, y su solvencia económica, no lograron alcanzar los 50 años de edad.

Elvis Presley, considerado el Rey del Rock and Roll y una de las figuras más populares del Siglo XX, murió en 1977 a los 42 años. ¿Causa? Adicción a los fármacos.

Marilyn Monroe, mundialmente conocida como una de las actrices más exitosas de Hollywood del pasado siglo, famosa por su capacidad seductora y Sex Symbol de la industria, murió en 1962, cuando tan sólo tenía 36 años de edad. ¿Causa? Sobredosis de barbitúricos.

Michael Jackson, el afamado y controversial Rey del Pop, considerado la más grande estrella del género, y uno de los artistas más exitosos de la historia, murió en el 2009 a los 49 años de edad. ¿Causa? Intoxicación aguda de Propofol, tuvo adicción a los fármacos.

Whitney Houston, bautizada como "La Voz", debido a su impresionante capacidad para el canto, y por lograr alcanzar notas muy altas, es considerada una de las artistas más influyentes de la música. Murió en el 2012, a los 48 años de edad.

¿Causa? Asfixia por ahogamiento, murió en el baño de su habitación en el Hotel Beverly Hilton, producto de su indetenible adiccion a las drogas y al alcohol.

Como hemos visto, estas estrellas murieron fruto de sus adicciones a las drogas, a los fármacos o al alcohol.

Es evidente que se convirtieron en víctimas de la industria, títeres del espectáculo. La fama era el medio de escape a su histórica desgracia de vida infantil. Esa convulsa vida pública plagada de paparazzis, reflectores, fans, entrevistas, disqueras, ensayos, demandas, etc,  los hacía sentirse paradójicamente solos y vacíos, lo cual les llevaba a caer en depresiones, ansiedad, insomnio y finalmente caer en adicciones que terminarían con sus vidas sin haber alcanzado por lo menos 50 años de edad.

¿Qué pasó con ellos, los mató la fama?