
Cómo configurarlo
Vamos a ir por pasos, ya que uno se puede perder. Lo primero y más importante: debes tener instalado Steam en tu PC. Puedes descargarlo directamente desde el enlace que tenemos justo al final de este párrafo, por lo que no tienes que preocuparte. Cuando lo hagas, créate una cuenta. Si ya tienes todo esto, que debería ser lo normal si has adquirido Steam Link, simplemente loguéate con tu usuario desde el programa principal.
El segundo paso es tan simple como abrir la caja de Steam Link y enchufarlo directamente a través de la entrada HDMI a tu televisión. El cable viene dentro de la propia caja, por lo que te vas a ahorrar muchos problemas. Así mismo, es probable que también hayas recibido la edición completa, es decir, con todos los adaptadores de alimentación (por la diferencia en las tomas de corriente a nivel mundial, ya se sabe). Elige el tuyo y conéctalo, de manera que el HDMI va a la tele y el cable de alimentación al enchufe.
Para finalizar, el proceso último es tan simple como conectar un teclado, ratón o mando a los puertos USB de Steam Link, todo para tener compatibilidad directa. Cuando lo hagas, ya estarás a punto de jugar. Sigue las instrucciones que aparecen en pantalla y busca tu equipo en la misma red de Internet. Cuando lo tengas, conéctalo… ¡y a jugar!
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