domingo, 12 de agosto de 2018

El observador sabatino "La envidia : Veneno Mortal"


Por: Luis Eduardo Montero

Dentro de la innumerable lista de venenos emocionales generados por el ser humano, existe uno que no se queda atrás y tampoco goza de inferior importancia dentro de la lista, me refiero a la ENVIDIA.

A lo largo del tiempo se ha dicho mucho sobre la envidia, y por supuesto esto nos indica que el asunto no es nuevo ni joven. Diversos filósofos, psicólogos, pensadores, académicos y líderes religiosos han tratado de explicar conceptualmente qué es la envidia, por qué envidiamos, qué envidiamos y cuáles consecuencias podemos acarrear al practicar este sentimiento negativo.

Al respecto conviene decir que, dentro de las diversas explicaciones del concepto, podemos citar lo expresado por el gran e icónico filósofo griego Aristóteles, cuando dijo: "la envidia es el dolor que causa la prosperidad del otro".

Por otra parte, Napoleón Bonaparte, el majestuoso emperador francés del siglo XIX se fue un poco más lejos cuando dijo:  La envidia es una declaración de inferioridad. 

Visto lo anterior y guardando la distancia con éstos dos grandes personajes de la historia, particularmente creo que LA ENVIDIA ES UN VENENO MORTAL. Lo es porque mata tu capacidad de autoaceptación, mata tu tranquilidad, tu capacidad de trabajo, tu motivación, tu dinamismo, cercena tu paz interior, acaba con tu estabilidad emocional.

Es importante señalar que la envidia es un veneno emocional que produce irritabilidad, resentimiento, cólera, furia exasperación, pesar, melancolía, fastidio, pesimismo, indignación, pena, autocompasión, hostilidad, abatimiento, desesperación, etc. Entonces, ¿cree usted que todo ese despliegue de veneno no puede ser mortal? Puede serlo en sentido figurado, pero también puede provocar una muerte literal al envidioso o al envidiado (víctima inconsciente del envidioso).

¿Qué cosas envidiamos?

La lista es extensa, pero dentro del abanico de cosas que podemos caer en envidiar están: La alegría, la felicidad, el placer, las cualidades, los bienes, las metas de otra persona, las personas que le rodean, las condiciones de trabajo, su apariencia, su espiritualidad, su ropa, su estado de salud, su dinero, el amor que le tienen, sus habilidades sociales, su suerte, entre otras más.

Mi recomendación final es la siguiente:

Aprenda a ser feliz con lo que ha podido tener, admita y reconozca que cada quien es único, y además dueño de sus alcances emocionales y materiales, luche por lo suyo, sueñe, trabaje, insista, persista, pero no sea egoísta. Acepte el progreso del otro.

Convierta el éxito ajeno en inspiración para usted, entienda que la superación del otro es fruto de su trabajo, su constancia y disciplina; de modo que, usted también puede emprender su propio viaje al éxito utilizando estas herramientas pero sin caer en el VENENO DE LA ENVIDIA.

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