Por: Luis Eduardo Montero
Al parecer en nuestro planeta matar al prójimo se ha convertido en un deporte, nos hemos tomado la atribución de estipular quién vive y quién no vive.
Día tras día las razones por las cuales matar a alguien cambian vertiginosamente de complejas a extremadamente simples. Es decir, ya es habitual ver como matan a las personas por nimiedades como un teléfono celular, un carro, una cadena, una motocicleta e incluso vemos como asesinan a las personas por un "bendito" parqueo.
Las muertes por parqueos no eran temas de debates en la República Dominicana, son situaciones sociales relativamente nuevas; pero su preocupante frecuencia ha concitado la curiosidad y preocupación de mucha gente como quien le escribe.
En los últimos años casi una decena de personas ha perdido la vida producto de ésta nueva y maquiavélica práctica de pensamiento medieval. Por ejemplo, hace unos años una persona (hoy en día encarcelada) descargó prácticamente su arma de fuego contra un hombre por un parqueo de la capital. El pasado mes de mayo en el sector La Toronja del municipio Santo Domingo Este, tres personas fueron asesinadas por un padre y su hijo, los cuales según testimonios de los lugareños, tenían más de 20 años en conflictos con las víctimas, por un parqueo que compartían. Y el hecho más reciente, el asesinato del presidente de la Junta de Vecinos de Gazcue Jhonny Pérez de 60 años, quien murió a balazos ocasionados por su propio vecino.
Todos éstos casos tienen factores en común, son de la misma naturaleza conflictiva, las personas se conocían, las disputas tenían años y ninguna autoridad pública intervino para evitar las tragedias.
Es sencillamente inaceptable que un "malvao" parqueo sea la "razón" para terminar con la vida de un ser humano, y que encima de todo esto no exista una autoridad que pueda prevenir desgracias que enlutan a todo a un pueblo; pero también debo añadir a esto que la imprudencia y la desconsideración de mucha gente al momento de estacionarse puede ser el detonante de una incómoda situación que termine en muerte.
Termino diciendo que la violencia y la bestialidad no pueden ser los mecanismos de resolución de conflictos dentro de nuestra sociedad, somos seres racionales y por lo tanto, la manera de dirimir nuestros conflictos no pueden ser de carácter animal.
Ojalá que los parqueos en la República Dominicana dejen de ser PARQUEOS MORTALES.
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