El chisme es un fenómeno social muy interesante porque surge de la necesidad de comunicar algo, pero en muchas ocasiones adquiere otras dimensiones y puede causar gran daño.
En estos casos, el chismoso recurre a sinnúmero de artimañas y comentarios infundados, lo que en casos extremos es considerado por Psiquiatría y Psicología como uno de los síntomas de neurosis (padecimiento mental caracterizado por ansiedad y tensión nerviosa exageradas) y esquizofrenia (trastorno mental caracterizado por alucinaciones, aislamiento y huida del mundo externo).
Daños y perjuicios
El chisme es una forma de "comunicación" que puede ir desde simple crítica hasta la invención de toda una historia en torno a determinado sujeto, y quien lo origina lo hace porque su conducta es resultado de un proceso anormal del pensamiento o simplemente porque trata de llamar la atención debido a que sus valores y solidez dentro del núcleo social son débiles.
Ahora bien, es muy importante saber que el chismoso considerado peligroso es un individuo que padece gran angustia e inseguridad, lo cual lo impulsa a agredir, ya que en su mente se forman sinnúmero de fantasías destructivas: "todos están en tu contra porque no vales nada", "daña antes de que te dañen", "no merece lo que tiene, tú deberías poseer esos bienes" y "si eres infeliz, los demás también deben serlo".
Por estas razones permanentemente se encuentra en estado de alerta, maquinando e inventado nuevos chismes, pues manifiesta temor a que los ataques que ha lanzado le sean devueltos.
El objetivo del chismoso es reproducir la noticia, regarla como pólvora y formar parte del "teléfono descompuesto", ya que cada receptor le agrega datos y transforma según sus intereses, y luego la vuelve a emitir. Así, el chisme crece como una bola de nieve hasta que finalmente pierde interés y muere; pero mientras esto último ocurre los afectados se enfrentan a situaciones incómodas. Para esto, a los chismosos no les importó si el individuo perjudicado sufrió, si le causó algún problema o se deprimió, ya que sólo le interesó formar parte de un cable que tiene la capacidad de transmitir algo.
Por tanto, convivir con un chismoso es realmente difícil, pues en primer lugar se muestra como amigo, por lo que no siempre se sabe por dónde ni en qué momento va a "bombardear" con sus chismes. Pero afortunadamente la verdad siempre sale a la luz, situación que pone en evidencia al individuo conflictivo y le crea mala fama, aunque esto no constituye obstáculo alguno para que siga con sus habladurías.
Ante esta situación suele decirse "no le hagas caso, sólo es un chisme más", pero la verdad es que dependiendo de la gravedad del invento y autoestima de la víctima, ésta puede caer en estado depresivo debido a que la historia infundada le ha restado amistades, conflictos con compañeros de trabajo o con familiares, mientras que el chismoso celebra copa en mano.
Cuando alguien se encuentra en una situación como la descrita, lo más recomendable es tratar de aclarar lo ocurrido con las personas entre las que se difundió la información falsa y procurar mantener la calma, pues no tiene caso vivir con angustia y enfermarse a causa de un individuo desequilibrado.
No sólo las mujeres
A pesar de que los hombres siempre se quejan de la lengua viperina de las mujeres, también gustan del chisme, pues no es necesario quebrarse la cabeza para saber de qué hablan con los amigos: "ya tuve relaciones con ella", "se nota que ha tenido muchos amantes", "no me la puedo quitar de encima" y "con todos tiene que ver", cuando la verdad es que su propuesta de tener relaciones sexuales fue rechazada y en venganza quieren desacreditar a la mujer que los desairó.
Asimismo, la experiencia nos demuestra que aunque el hombre lo niegue, nunca deja pasar por alto una conversación intrigante, incluso, suele mirar hacia otro lado, al tiempo que levanta bien la oreja. Mientras generalmente la mujer recurre al chisme para poner en tela de juicio la imagen de otras personas, el género masculino lo genera para elevar su autoestimaaparentando ser muy viril, sin importarle a quién afecte con sus comentarios.
¿Por qué la gente hace chismes?
Ciencias encargadas de la salud mentalestablecen que todo se origina en la infancia, por ejemplo, si un niño siempre fue criticado, humillado y nunca se le tomó en cuenta, en consecuencia presentará inseguridad, resentimiento y envidia, por lo que hará todo lo que esté a su alcance para que los demás sean infelices.
Por lo anterior, nunca es conveniente romper vínculos con la pareja, amigos, familiares o compañeros de trabajo a causa de un chisme; hay que recordar que lo mejor es dialogar y poner las cartas sobre la mesa, y que una persona ecuánime no valora las habladurías ni deja que éstas influyan en su forma de ser.
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