La reflexión que amerita esta fecha, nos lleva a sacar una retrospectiva de nosotros mismos como persona, la forma en la que actuamos con los demás y si siempre esa mano amiga es tendida para ayudar.
La Navidad a pesar de su tergiversación por la globalización como forma de incentivar el consumismo, su origen cultural, religioso, filosófico y artístico, esconde detrás la nobleza misma de un ser que llego al mundo para convertirse un ente mediador entre nosotros y la divinidad.
Dios no está fuera, en lo externo sino dentro nosotros mismos y se manifiesta con pequeños detalles que en este día se incrementan, ejemplo de ello cuando se reúne la familia a compartir, cuando perdonamos, cuando mostramos afecto a nuestros amigos, cuando intercambiamos regalos, cuando ayudamos a nuestro prójimo, cuando una madre muestra su amor incondicional a su hijo, cuando la alegría se ve en nuestros rostros y esos detalles como otros más son los que debemos de mantener cada día y convertir el resto de los 364, cada día en una Navidad.
*Feliz Navidad y Feliz 2018* lleno de momentos de calidad.
Con mucho afecto y cariño,
Luis Alberto Tavarez Peña
25/12/2017
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