
“Por qué LHVC aquí no se registra ante las
autoridades nacionales como empresa que vende tiempo compartido y en Austria en
el 2014 y el 2016 ha lanzado dos emisiones de bonos con el Wiener Privatbnak,
que preside el señor Gunter Kerbler, quien a su vez es accionista de la
empresa”, dijo Esmeralda Borodi, directora de Esmiralda, que reclama una deuda
de US$31 millones.
El ente emisor de los bonos es Tisha Investiment Overseas (TISHA)
corporación propietaria de Lifestyle, cuyas propiedades están en
República Dominicana, pero está registrada en Islas Vírgenes Británicas. Sus
principales accionistas a través de otras sociedades comerciales son Markus
Wischembart y su esposa Anja, y el banquero Gunter Kerbler. La emisión del 2014
fue por 35 millones de euros y la del 2016 por 25.5 millones de euros. El
agente pagador de los bonos es Wiener Privatbank, que preside el señor
Gunter Kerbler.
Los documentos de emisión del 2014 y 2016 explican que “la principal actividad
del Grupo TISHA consiste en la explotación de resorts vacaciones en el régimen
de tiempo compartido”. La señora Borodi recordó que en agosto pasado LHVC negó
que su acuerdo para desarrollar la propiedad de Esmiralda fuera para
comercializar el producto tiempo compartido.
Explicó que en esa ocasión LHVC informó que su club vacacional tenía 30 mil
clientes, pero en la emisión de bonos de TISHA del 2014 revela que tenía 25 mil
clientes de tiempo compartido y en la emisión del 2016 dice que tiene “más de
40 mil miembros en régimen de tiempo compartido”.
Los documentos de emisión de bonos del 2014 explican que Markus y Anja
Wischembart poseen el 50% de las acciones TISHA a través de las sociedades Tash
Holding Capital Corp y Hermes Capital Investment, LTD. El restante 50% es
propiedad de Chelsun International, LTD, a través de Kerbler Holding, que a su
vez es propiedad de la fundación K5 Privatstiftung y de la señora Gabriele
Kerbler. Informa que K5 es una fundación privada de la familia del señor Gunter
Kerbler, banquero que dirige la entidad que maneja las citadas emisiones de
bonos.
La empresa Esmiralda planteó en la rueda de prensa, a través de sus
representantes, que las autoridades locales deberían indagar las actividades de
LHVC, propiedad de TISCHA, porque según sus propias informaciones el 80% de sus
clientes están en Estados Unidos y Canadá, y un fallo en el cumplimiento de sus
responsabilidades con los 30 o 40 mil clientes de tiempo compartido, generaría
un escándalo que liquidaría la importante presencia de los clubes vacacionales
de tiempo compartido en la industria turística dominicana y causaría daños
irreparables a Puerto Plata y el país como destino de inversión.
El coordinador del equipo de abogados de Esmiralda en su demanda en cobros a
Lifestyle y TISHA, el Lic. Nelson Jáquez Suárez, planteó que “este es un caso
sorprendente en que el dueño legítimo de la propiedad reclama al ocupante que
le rinda cuentas y le pague lo que le adeuda por el uso de su tierra, y el
inquilino dice que no, que es el propietario quien debe pagarle”.
Nosotros hemos acudido al tribunal para que LHVC, que tiene el control de la
propiedad rinda cuentas y pague, y este lo que hace es demandar al propietario
por daños y por incumplimiento.
Explicó que en fecha 19 de Agosto del 2016 LHVC comunicó a Esmiralda que no
estaba interesado en desarrollar el complejo de apartamentos previsto en el
contrato, y ahora se presenta una demanda porque no se han hecho los
apartamentos.
Jáquez y la señora Borodi llamaron la atención sobre la estela negativa que
deja a su paso Lifestyle en el país y en el exterior. Citaron los problemas
creados en México con los clubes vacacionales de venta de tiempo compartido, el
conflicto en Cabarete por el desarrollo de una propiedad violando regulaciones,
el conflicto con la junta de vecinos en Playa Cofresí, las demandas de la
empresa de buceo por violación de contrato y sus negocios de tiempo compartido
y club de vacaciones no registrados ante las autoridades nacionales.
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