El presidente Danilo Medina y su gobierno están invirtiendo mal en la juventud, que es lo mismo que decir en el futuro del país.
El pesidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando la tanda extendida en las escuelas solo sirve para que los alumnos de éstas tengan dónde comer fuera de casa al mediodía y se mantengan en las escuelas las primeras cuatro horas de la tarde, haciendo allí pocas cosas verdaderamente útiles.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud,, cuando el ministerio destinado a servir precisamente a ese sector de la población en esa etapa de la vida no tiene programas de acercamiento con las entidades que más aglutinan jóvenes, después de las escuelas: los clubes.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando Obras Públicas no tiene entre sus prioridades la reparación y mantenimiento las instalaciones de esos clubes, el segundo hogar de jóvenes y de algunos viejos, y las aprovechan para su campaña de alfabetización.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando más del 80 % de los fondos destinados al deporte son para atletas élites, en más del 90 % profesionales, aglutinados en los programas de selecciones nacionales de las federaciones deportivas.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando no emplea las instalaciones de los clubes, como apoyo para la practica deportiva en las escuelas, creando competencias inter-escolares.
El presdiente Medina y su goberino invierten mal en la juventud, cuando el Ministerio de Cultura no promueve, apoya o desarrolla ninguna actividad artística o, en general cultural, entre los jóvenes organizados en los clubes deportivos y culturales de nuestros barrios populares.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando el ministerio de Salud Pública no aprovecha las instalaciones de los clubes deportivos y culturales para instalar allí boticas populares y centros de atención primaria.
El presidente Medina y su gobierno invierten mal en la juventud, cuando lo hace en juegos patrios y juegos nacionales, y no apoya debidamente las competencias locales entre ligas, clubes, asociaciones en las llamadas categorías menores.
Es un asunto de priorizar mejor la inversión en la juventud, señor Presidente. Con el debido respeto, usted y su gobierno están invirtiendo mal en la juventud. Y en el futuro, el país pagará caro por ello.
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