miércoles, 30 de agosto de 2017

Al final Todos Somos Emely

#TodosSomosEmely es el grito que se ha alzado en las Redes Sociales tras la desaparición de esta menor de 16 años de Cenovi. Fotos pidiendo por ella y su familia, vídeos de un novio y una suegra nerviosos y contradictorios, fílmicas de una madre dónde solo el amor la sostiene porque el dolor la consume y una sociedad alerta e indiferente a la vez,por último la política y la influencia metida desde el principio.

Declaraciones confusa de un novio adulto que según informaciones en los medios nacionales tenían una relación de 3 o 4 años. Es decir que los padres de la jovencita permitieron unos amores a tan temprana edad.Una irresponsabilidad.  

Este tipo de permisibilidad es típico en cultura como esta que desde que los niños nacen le atribuyen novios y novias. Algo normal. Pues no lo es, según la ley de protección al menor sostener relaciones un adulto con un menor es una violación.

La madre de la adolescente dice "Ella era tranquila,no salía de la casa,solo era de la casa a la escuela" entonces nos preguntamos en ¿Qué momento salio embarazada?.

 Estas líneas no son para echar leña al fuego, porque bastante dolor hay en el hecho que tiene a un país paralizado o por los menos a los que poseen sensibilidad humana y social. Pero llama mucho a la atención que nuestros menores actúen como adultos y luego ellos mismos paguen por conductas y acciones no adecuadas que los adultos toleran como buenas y válidas.

La Policía y el Ministerio Público cómo siempre cuando quiere ser eficiente lo son, si fuese un pobre el implicado hace rato que estuviese más golpe que una piñata.

República Dominicana cuidemos a nuestro niños y adolescentes, veamos con quienes se juntan, no confiemos en nadie con nuestros hijos, recordemos que en la confianza está el peligro,sino busquemos que en la mayoría de los casos de desaparición y muerte hay un conocido,asociado o familiar.

Que los periódicos resalten los logros y valores de la Juventud, y no la miserias humanas,violaciones físicas y mentales, el ultraje, la desconsideración a la vida, el salvajismo...

Las campañas contra el embarazo a temprana edad han fallado y seguirán fallando porque la voluntad no debe ser solo de un lado de la sociedad, sino transversal. Es tiempo de vernos todos en el espejo de Emely, observar que no es normal utilizar el tiempo de estudiar, la plena juventud para embarazarse, sea este hijo de quien sea. Los errores se pagan caro.

En este caso todos somos irresponsables  desde los padres de ella, la familia del novio y la sociedad dominicana.

Por: América Pérez  


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