Por:Dalton Herrera
Periodista
La famosa película de terror "Los otros" de Nicole Kidman estrenada a principios de este milenio fue un hito para quienes tuvieron el placer de verla. Algo inesperado y estimulante.
Nadie podía saber que la protagonista y sus hijos, esos que tanto temieron a las apariciones durante la fílmica completa, al final podían ser ellos los muertos y los fantasmas terminar siendo los vivos. Fue increíble... ¡SORPRESIVO!
Pero si nos asombramos con la ciencia ficción, ¿qué ustedes pensarían si les dijera que situaciones similares suceden en la vida real? ¿se caerían hacia atrás? pues sí, ocurren, y de muy mala forma (aunque no sean demonios y fantasmas sino simulaciones y falsedades).
Las peores apariciones son las personas y sus apariencias. Aquellas a conveniencia, con aspecto de disfraces fuera de temporada, esas caretas colocadas sin estar en finales de octubre.
Aquel dilema de "truco o golosina", que no evalúa amistades ni compañerismo, sino que solo se lanza como anzuelo para que, el otro sin saber, exponga su dulzura e igual caiga en la trampa.
Esas si son realidades terroríficas y que suceden en la cotidianidad más de lo que se piensa...
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