Durante la década de los 70 surgen el Mouvement de Liberation des Femmes (MLF) traducido al español Movimiento Feminista Francés, heredero de las luchas feministas históricas que lucharon por el derecho a la contrac epción y al aborto liberadas por la planificación familiar y de todas las luchas contra las diferentes formas de opresiones y de misoginia.
La emancipación femenina es un concepto propio de la Sociología, Historiografía, Antropología y otras ciencias sociales por el cual las mujeres han reivindicado y conseguido en numerosos casos la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal que tradicionalmente se les había negado; mediante su liberación de la opresión que el heteropatriarcado ejercía sobre ellas por su condición de mujeres.
Transportandonos desde esas décadas al tiempo actual, me pregunto qué tanto en realidad hemos logrado con la liberación femenina.
Deberíamos sentirnos orgullosas de que tantas mujeres lucharon y murieron por la igualdad de género, para que nosotras estuviéramos en igualdad de derechos y deberes pero en realidad estamos conscientes que es igualdad o lo confundimos con limitación o dádiva.
Estamos en tiempo que quienes limitamos nuestra capacidad somos nosotras mismas, nos maltratamos y descalificamos unas a otras, no creemos en la gran capacidad que tenemos.
Tenemos la capacidad igual que un hombre? Es una excelente pregunta que deberíamos hacernos día a día. Las féminas tienen la capacidad de ocupar de un 50 un 60 y hasta un 100% de los puestos administrativos, jurídicos, legislativos, cultural y social, entonces porque la limitancia estipulada a que sólo sea un 33.33% cuando podríamos ocupar hasta un 100%, sin modo de ofender al género masculino de la cual hacemos un dúo idóneo para el buen funcionamiento de todo.
En el ámbito político la participación de la mujer se ha establecido sobre el 30% entre los años 2010 y 2016 en República Dominicana avanzando un 5% más a los años 2002 y 2006; un ejemplo palpable de que no se nos toma en cuenta por nuestra capacidad sino por la obligación o un mandato e imposición es que luego que se cumple con la cuota establecida son arrebatadas y sustituidas por el género masculino usando como testaferros nuestras candidaturas.
Cuántas humillaciones más debemos soportar por un país que lo que menos le interesa es la participación femenina en las tomas de decisiones, todavía no hemos logrado la verdadera igualdad que merecemos, por lo que han luchado nuestras antecesoras;esto es un inicio.
Si queremos igualdad de género debemos luchar por ello, prepararnos, capacitarnos, comprometiéndonos y comportarnos debidamente con lo que exigimos. Que no sea un 33.33% lo que nos corresponda o que quieran darnos,sino ganarnos nuestros espacios y con ello ocupar de un 50 o hasta un 100% una digna representación femenina de acuerdo a la preparación y las actitudes de cada una de nosotras.
Porque luchar por un pedazo de pastel sí podríamos obtener el bizcocho completo.
Muchas Gracias
Angelica Taveras Muñón
Lic.Educación Básica
Comunitaria
Pta. De AMUESDO
*Pública los Jueves*
0 comentarios:
Publicar un comentario