Por:
América Pérez
Sin temor a
equivocarnos desde los tiempos más remotos en las edades que comprenden la
niñez ha existido un acoso de unos contra otros
de una manera sistemática, dolorosa y traumática. En todas las aulas siempre existió
la fea, la flaca, la gorda, la negra, etc.
Ahora bien, de algunos años para acá la palabra Ingles “Bulling” ha ido
calando en diferentes sociedades, mas en la nuestra donde la transculturación va
directo y en vivo, por la débil identidad cultural.
El bullying consiste en
la práctica de actos violentos o intimidatorios constantes sobre una persona.
Son muchas las teorías existentes en torno al concepto, especialistas hablan
que desde la fecundación intervienen factores que hacen de los niños víctimas
en potencia, generando en ellos
violencia hacia otros de sus iguales o masoquismo. Y que decir de los factores externos.
Los medios de comunicación
masivos, principalmente la televisión son vías para la estimulación y motivación
hacia las agresiones con su tantos programas y comics que de una manera sutil
influyen en nuestros pequeñines, expuesto a agua, sol y sereno a los dispositivos
electrónicos, hoy en día vemos como manejan los celulares, tablest, laptop, etc.,
sin ningún filtro, ni supervisión de los adultos, o como dirían en el pasado:
Tutor.
De nada sirve que se construyan
campañas en contra del acoso o intimidación infantil , si los padres y maestros
no cambian de actitudes frente a la problemática , por ejemplo, el sábado pasado
en un noticiero internacional se presento la noticia que un niño de 7 años en Perú
le saco un ojo a otro de 6 en el aula. El director del plantel para cuidar la “Imagen”
de la institución educativa, manifestó que se trato de un incidente. Pero el niño
agredido dijo que todos los días era víctima de su compañero. Resultado del
incidente: No ve de su ojo derecho.
No esperemos que nos
ocurra un hecho similar, actuemos en ingles o en español frente al Bulling.
Comencemos por conocer nuestros hijos y ver si su conducta no es la correcta. Somos
responsables, no importa el idioma en que se llame la burla o agresión. Nosotros
debemos ser su ejemplo.
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