Mi ciudad se arrastra como cascabeles en medio de tanta violencia, delincuencia y criminalidad.
Santo Domingo asusta, espanta, aterra. Por todas partes hay miedo, hay terror, debido a una ola indetenida e indetenible de robos y atracos.
Camino por las amplias avenidas, me detengo en las galerías comerciales, y por todas partes miedo y terror: atracos y robos.
No hay cifras actualizadas de tanta delincuencia que hay, la propia Policía las esconde, las oculta, para evitar el estallido de terror. Hoy hasta corrió el falso rumor de que una hija del presidente Danilo Medina había sido víctima de un atraco. ¡Qué bueno que no fue verdad!
Estamos transitando los caminos de los cascabeles de la violencia y la criminalidad; y, mientras tanto, más policías a las calles y más robos y asaltos.
¿Que nos pasa como nación? Nos estamos convirtiendo en la ciudad del miedo y el país del horror.
Y, mientras tanto, la Policía, mediática y mentirosa, tiene un vocero que a las once de la mañana dice impunemente que todo está bajo control.
¿Hábrase visto alguien semejante país de mentiras e inseguridad?
Quien lo haya visto, que me diga dónde está ese país.
Por: Tony Pina
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