Hace unos días el doctor Guillermo Moreno, candidato presidencial del Partido Alianza País, y otras agrupaciones, se destapó al manifestar que la democracia en la República Dominicana “es una farsa, porque no hay real separación de los poderes y las instituciones no funcionan conforme al estatuto que las gobiernan”.

La prueba más contundente de esto, la ofreció el presidente Danilo Medina Sánchez, cuando logró imponer sus aspiraciones reeleccionistas, rompiendo todos los cánones legales y avasallando a papeletazos limpios e imponer una reforma constitucional que le permitió conseguir la candidatura de su partido.
Pero también, la democracia dominicana viene rodando por el suelo por la forma en que los partidos políticos dominicanos, sin excluir a ninguno, señalan a los candidatos a regidores, alcaldes, senadores y diputados, violentando el derecho de sus dirigentes y militantes a elegir y ser elegido, como consagra la Constitución de la República en su Artículo 22, numeral 1) que reza: Son derechos de ciudadanos y ciudadanas elegir y ser elegibles para los cargos que establece la presente Constitución.
Y en otro aspecto que es notable el deterioro de nuestro sistema democrático, es en el caso de los medios de comunicación, donde a fuerza de dinero del erario, el gobierno y el Partido de la Liberación Dominicana han logrado adherirse la mayor parte de los periodistas que opinan, siendo muchos de estos articulistas y comentaristas de radio y televisión, miembros de los consejos de directores de organismos gubernamentales y empresas estatales; disfrutando estos señores, de lujosos y abusivos sueldos, en un país en que obreros y empleados ganan salarios de hambre.
¿Qué decían los clásicos sobre la democracia?
El español Pedro González Calero en su libro “Política para Bufones”, Una historia alternativa del Poder y sus Teóricos, establece que Aristóteles sostenía tres formas puras de gobiernos: la monarquía, el gobierno de uno solo; la aristocracia, el gobierno de unos pocos, y la república, el gobierno de muchos.
Y agregó Aristóteles que las tres corruptas se conocen como tiranía, oligarquía y democracia(o demagogia). Sin embargo, el gran sabio griego establece que la mayoría pobre (democracia), y según él, está compuesta por hombres que respetan las leyes y que tiendan a buscar el interés general ante el propio; destacando en su teoría política, sentenciando que las ciudades mejor gobernada son las que se apoyan en una sólida clase media. En nuestro país casi desaparece esa clase.
¿Respetan los políticos de nuestros días las constituciones y las leyes que deberían regirnos? Responda usted. (Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, 24 de abril de 2916)
Por: Juan Terrero Perez
Periodista
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