Por algunas razones institucionales de este medio se había producido un cese en la publicación del "Editorial Semanal", pero es tiempo de volver a difundir nuestra postura frente a problemáticas y acciones del dia a dia del municipio y de toda la sociedad dominicana.
El retorno nos impulsa a abordar temas como el dengue y las muertes que se lleva entre sus garras años tras años, donde el estado ha sido negligente e indolente, cayendo en la doble moral cuando ocurre un caso de fallecimiento. Organizando, planificando y llevando a cabo operativos, como les llamamos de "Relaciones Publicas" para las instituciones que salen como payasos a hacerse fotos y mandar un mensaje de un post-trabajo.
El problema radica en que se debe hacer una planificación de educación continua y de seguimiento, que involucre a todos sectores principalmente al nuestro(la comunicación)que no veamos este problema nacional como simple estadísticas y números rojos para caer en sensacionalismo, si no que seamos ente de promoción, divulgación y difusión de que hacer antes y durante la época donde el brote es mayor.
De igual manera, los suicidios se están convirtiendo en moda que muchos están usando cuan colores de temporada, sin que el gobierno, los partidos políticos, los empresarios,la sociedad civil, los comunitarios, la clase profesional y obrera, y todos los dominicanos se inmuten ante tales hechos que demuestran el alto nivel de enfermedad mental y espiritual. Desesperación.

La cantidad de personas con problemas mentales que deambulan por las calles sin que hay un lugar para internarlos, preocupa ver como defecan, comen y duermen en las calles, todos pasamos por al lado de ellos, volteando las caras o poniendo caras de asco.La salud es un derecho, que se violenta sin pudor ni piedad.
La salud publica carece de elementos para llamarla de buena calidad, es tiempo que el gobierno ponga sus ojos en este sector, que las visitas sorpresas sean también a los hospitales, no como pase de visita de médicos(por la mañana: ver y medicar) sino como internista, porque lamentablemente vivimos en Intensivo y sin progreso ni mejoría.
Agonizamos, Señor Presidente.
Sin duda alguna, esta agonía que nos arropa, raya en la carencia de que más de la mitad de los dominicanos no puedan cubrir sus necesidades básicas, los hospitales para personas con problemas mentales, las cárceles, los orfanatos, las aldeas infantiles están que no cabe un ser más, no quiero culpar a nadie, pero sé que hay culpables. Con esta situación de politiqueros infuncionales que sobreviven del caos que impera y que ellos necesitan ¿Me gustaría saber cómo saldremos adelante? Pero de lo que si estoy seguro es que muchos de nuestros problemas socio económicos se pueden solucionar, si cada quien aporta su grano de arena.
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