Hoy estuve observando imágenes de Danilo Medina en una de esas visitas sorpresas, y juro que cada día estoy más convencido de que se ha llegado a creer un ser sobrenatural. Aquella viñeta de hombre humilde se le ha ido al carajo. ¡El tipo se cree un Dios¡ Se le ve que se siente incómodo en el poco de humanidad que le queda. Ya no sabe mirar mas que para un sólo lado, y goza de los piropos de los hambreados que llevan a sus actos para endiosarlo.
La historia de este país está llena de personajes mediocres que luego de encaramarse en el poder, se creen ungidos del aliento divino. Estamos frente a un ambicioso que lo que le importa es gobernar para los poderosos que financiaron su proyecto, y fingir que le preocupan los pobres.
Me molesta coincidir con Leonel Fernández, pero me da el pálpito de que este nuevo Dios que nos ha nacido, se quiere poner las botas de Trujillo en pleno siglo veintiuno.
Fuente: Andres L. Mateo /Facebook
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