Por
Luis Alberto Tavarez Peña
Abogado,
Altruista, Activista Social y Político
Es un
reto lograr una verdadera institucionalidad dentro de los partidos políticos y
su vez es tan necesario para la democracia nacional, porque es a través de
estos que se accede a las posiciones públicas y de acuerdo a lo que sostiene el
catedrático Rafael Toribio en su artículo de Participación Ciudadana que: “en todo sistema político los partidos
políticos son los llamados a realizar funciones consideradas esenciales para la
gobernabilidad, el fortalecimiento de la democracia, la consolidación de la
institucionalidad y el bienestar de los ciudadanos”. (Toribio, 2002).
Sin
embargo, desde mi concepción y análisis puedo demostrar que a pesar de que
tenemos esas deficiencias institucionales partidarias, producto del control
antidemocrático que el partido oficialista sostiene ante todos los mecanismos
institucionales del Estado, como también la carencia de ideales, la falta de formación política, entre otros
factores; la más reciente organización política acreditada en nuestro sistema
político electoral, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) continua replicando
los mismos patrones que provocan una débil institucionalidad en el régimen de
partidos políticos.
Me
explico, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ante la lucha de intereses particulares por
la nominación de la candidatura presidencial del 2016, ha repartido las
direcciones institucionales por las actuales tendencias, es decir, donde la
Presidencia Institucional del partido le es asignada al grupo o equipo del ing.
Hipólito Mejía, la segunda posición relevante que es la Secretaria General le
toca asignarla al equipo del Lic. Luis Abinader y así sucesivamente hasta
completar la matrícula de la comisión política del partido.
Para
no ser incoherente ante mi critica es imprescindible mencionar que para ello se
llegó a un acuerdo entre los grupos para
designar al Dr. Andrés Bautista como Presidente de la organización, quien (al igual que el Secretario General Jesús Vásquez)
ha ido trabajando por la institucionalidad del Partido Revolucionario Moderno
sin estar vinculado a campañas de grupos por las candidatura presidencial y eso
es lo que verdaderamente se necesita.
Aunque
sus líderes se hayan puesto de acuerdo, la forma metodológica no es la idónea
con el que se está organizando o se organizó este nuevo partido en la dirección
media, que es el llamado a marcar un ante y un después en la política nacional,
y todo porque ese mecanismo es excluyente ante los miembros que no pertenecen a
ninguna de las tendencias y sobre todo,a la hora de ser garantes y veedores de
los procesos internos, estos interpondrán sus intereses particulares en vez de el
de la mayoría, imperando así situaciones individualistas y divisionistas que ocasionen crisis
similares a las que han ocurrido en el PRD.
No
obstante, en el municipio de Santo Domingo Oeste es más grave la situación, ya
que los intereses particulares de militantes que tienen legítimas aspiraciones o
responden a equipos con pretensiones locales o congresuales y pertenecen a uno
de los grupos de “Luis o Hipólito”, ya han sido galardonados para ocupar las
direcciones institucionales, como también candidaturas dentro del plano local y
congresual;una incongruencia que
conllevara a una falta de transparencia y a un deterioro institucional, porque
los intereses particulares se sobreponen ante los intereses institucionales, de
eso no me cabe la menor duda.
Por
la verdadera institucionalidad, les invito a reflexionar ante esta situación
que se ha venido replicando en toda la geografía nacional. Es necesario que haya
democracia e imparcialidad a la hora de designar a una persona a dirigir una
posición institucional, pienso que es necesario aplicar la tesis de Platón en
el cual sostiene que los que dirijan deben ser los sabios, haciendo referencia
a las personas con mayor preparación, experiencia, vocación y en adición que trabajen
por el fortalecimiento institucional.
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