En
cuatro décadas -entre 1970 y 2014- las personas católicas han pasado de suponer
el 92% de la población al 69%, según una encuesta difundida este jueves por Pew
Research, un centro demoscópico con sede en Washington.
En ese mismo
período, la proporción de protestantes se ha incrementado del 4% al 19% por el auge de las iglesias evangélicas en la región y
de la búsqueda de experiencias religiosas más personales. También ha crecido la
de personas sin afiliación religiosa -que se declaran ateas, agnósticas o nada
en particular-, del 0% al 8%.
Las variaciones en las últimas cuatro décadas han sido
mucho más abruptas que en las seis anteriores. En 1910, el peso del catolicismo
en América Latina era del 94%, solo dos puntos más que en 1970, según los datos
citados por Pew.
El del protestantismo era del 1%, tres puntos menos
que sesenta años después. Los cálculos históricos mencionados en el informe
provienen del World Religion Database, una base de datos que elaboran varios
institutos independientes, y de los censos de Brasil y México.
El sondeo se basa en 30.000 entrevistas presenciales
entre octubre de 2013 y febrero de 2014 en todos los países de habla hispana y
portuguesa de América Latina y el Caribe, con la excepción de Cuba y la
inclusión de Puerto Rico. El informe emplea el término
protestante en un sentido amplio.
Hace referencia
a miembros de iglesias protestantes históricas (bautistas, adventistas del
séptimo día, metodistas, luteranas o presbiterianas), de iglesias pentecostales
(Asambleas de Dios, Iglesia Pentecostal de Dios o Iglesia Evangélica
Cuadrangular) o de otras. Menos de un cuarto de los protestantes consultados
pertenecen a una iglesia histórica y más de la mitad a una pentecostal.
Los resultados de la encuesta trazan diferencias
significativas entre países y segmentos de edad, y permiten vislumbrar
tendencias de fondo. En América Latina viven más de 425 millones de católicos,
casi el 40% de la población católica mundial. Es la región con más católicos
del mundo.
Y cuenta desde marzo de 2013 con un papa latinoamericano, el argentino
Jorge Mario Bergoglio. Pero aún es pronto para determinar si el
efecto del nuevo pontífice logrará frenar el retroceso del catolicismo en la
región dado que no hay datos previos recientes. En la encuesta, el apoyo al
papa Francisco es masivo entre los católicos, pero varía entre países: oscila
del 78% de opinión favorable en Bolivia al 98% en Argentina. Sin embargo, entre
los excatólicos solo en Argentina y Uruguay son mayoría los que tienen una
visión favorable.
Uno de los mayores problemas del catolicismo es que
pierde a los que eran sus fieles. En el sondeo, el 84% de los adultos
latinoamericanos dice haber sido criado en el catolicismo, 15 puntos
porcentuales más que los que ahora se identifican como católicos. En cambio, el
9% de los latinoamericanos fueron criados en iglesias protestantes, pero un 19%
se describe como protestante. Y entre los no creyentes la transición va del 4%
al 8%.
‘’Entre 1970 y 2014, las personas católicas han pasado de suponer el 92% de
la población al 69%. Las protestantes, del 4% al 19%’’
Por países, Paraguay es el más católico (el 89% de la
población) y Uruguay el menos (42%). El catolicismo es predominante en naciones
como México (81%), Colombia (79%), Ecuador (79%), Bolivia (77%) y Perú (76%).
Es mayoritario en Chile (64%), Costa Rica (62%) y Brasil (61%), el país con más
católicos del mundo (unos 120 millones). Y llega a la mitad o menos de la mitad
de la población en El Salvador (50%), Guatemala (50%), Nicaragua (50%) y
Honduras (46%).
Es en estos países centroamericanos con un menor apoyo
al catolicismo, donde el protestantismo tiene más adeptos. Lideran el ránking
Honduras y Guatemala: un 41% de la población se declara protestante. Les siguen
Nicaragua (40%), El Salvador (36%) y, ya fuera de Centroamérica, Puerto Rico
(33%).
Un caso aparte es Uruguay. Es el país con la menor
proporción de católicos en América Latina, pero no se debe a que el
protestantismo esté muy extendido (15%) sino al elevado peso de los no
creyentes (37%). Tras Uruguay, República Dominicana (18%) y Chile (16%) son las
naciones latinoamericanas con mayor proporción de personas sin afiliación
religiosa.
Aunque no viven en un país latinoamericano es
destacable la situación de los hispanos en Estados Unidos, pues las tendencias
de este sondeo son un “espejo” a algunas de las reveladas en otro de Pew de
2013 sobre ese colectivo. Según dicha encuesta, un 55% de los hispanos es
católico, un 22% protestante y un 18% ateo o agnóstico. Además, un 24% de los latinos adultos en EE UU fueron criados bajo el catolicismo
pero han dejado esa religión, mientras solo un 2% fue criado en otra
creencia y se ha pasado al catolicismo.
‘’El principal motivo para pasar del catolicismo al protestantismo es la
búsqueda de una conexión más personal con Dios.’’
Detrás del viraje del catolicismo al protestantismo,
hay razones que se repiten. La más extendida en el sondeo sobre América Latina
-supone dos tercios del total en la mayoría de países- es la búsqueda de una
conexión más personal con Dios. También es palpable el éxito de los esfuerzos
de evangelización de las iglesias protestantes: el 58% de los que han evolucionado
del catolicismo al protestantismo dice que la nueva iglesia se acercó a ellos.
Y la encuesta señala que los protestantes son mucho más propensos a compartir
su fe con personas de fuera de su grupo religioso.
Por hábitos y opiniones, los católicos en América
latina tienden a ser menos conservadores que los protestantes en asuntos como
el aborto, el matrimonio homosexual, las relaciones sexuales antes del
matrimonio o el consumo de alcohol. Mientras, los protestantes tienden a ser
más practicantes que los católicos: un 83% y un 62%, respectivamente, acude a
la iglesia una vez al mes.
En este sentido, son mayoría los quieren una iglesia
católica más aperturista, lo que puede ser clave para dirimir si el mensaje
reformista del papa Francisco colma los deseos de este colectivo. Un 66% de los
católicos reclama que la iglesia apoye el uso de métodos anticonceptivos
artificiales. La proporción llega al 72% en EE UU y a aproximadamente al 80% en
Chile, Venezuela, Argentina y Uruguay. También son mayoría -un 60%- los
católicos latinoamericanos que piden poner fin a la prohibición del divorcio
por parte de la iglesia. Y el apoyo es nuevamente superior en Chile, Uruguay y
Argentina.
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