martes, 18 de noviembre de 2014

Una generación joven: ¿Perdida o actualizada?


Alrededor de dos semanas por problemas ajenos a mi no tengo internet en mi celular, siendo ese mismo tiempo el que llevo sin recibir llamadas algunas de mis amigos más cercano.

Nadie se toma la molestia de marcar un número(es el último recurso en ese aparato), los tres primeros días fueron de ansiedad y en cierto modo de depresión, de no poder escuchar el sonido del Whatsaap o el patito cuando entra una actualización del twitter.


Para muchos jóvenes dominicanos estar sin actualizar sus cuentas sería un holocausto, la tendencia es  la adición a la web y los dispositivos digitales que sirven como medio de ‘’manipulación’’ perdón de comunicación.

El facebook, Twitter e Instagram son en el sistema neoliberal el soporte a emociones versadas en: amor, odio, suicidio, ira, frustración, intrigas, chisme, alegrías pasajeras, etc.
Pensar que todo esto antes solo lo sabían el papel y unos que otros amigos, hoy todo el mundo se entera de lo que debería ser la intimidad.

En cuanto al reclutamiento de las empresas en nuestro país a la hora de evaluar a personas para un cargo x acceden a las cuentas digitales para así ver  o en un lenguaje tecnológico ‘’brechar’’ el estilo de vida familiar y social del solicitante.

¿Es esto injerencia? Al encontrar fotos o estados ‘’no aceptables’’ socialmente rechazan las capacidades y honradez que pueda presentar  un joven que se está dejando atrapar por un sistema acelerado e inclemente.

El mal manejo de las redes sociales puede ocasionar fatiga, elevar la presión ocular, creación de egos, competencia en cuanto a la moda, depresión leve y aguda, toda una cadena de malestar en una población sensible como lo es la juventud.

La exposición al contacto directo con la pornografía  siendo receptores, pero en la mayoría de los casos emisores hacia personas totalmente desconocida que la reproducen para terminar todo esto en daños muchas veces colaterales.


Sin que los padres se horroricen de las tantas cosas que publican sus hijos jóvenes sin medir que todo eso queda registrado, aparentemente puede ser borrado pero pueden aparecer personas con otras intenciones y recuperar las informaciones tales como teléfono, vivienda, parentesco, entre otras.

Y qué decir de la activación de la ubicación de los usuarios, se han dado casos de que un joven pertenece a las llamadas ''naciones'' y porque el adversario dice donde se encuentra o por el Gps, logra ubicarlo para hacerle daño.

En República Dominicana la juventud está sumergida en un consumismo devorador cuan león en la selva , sabiendo todos que esto solo lo brinda el capitalismo y sus campañas publicitarias dirigidas a un público que se enfoca en lo material antes que en el conocimiento mismo.

Quienes de nosotros no hemos visto celulares de última generación en manos de ellos que en la mayoría de los casos no trabajan, pero ¿por qué? Fácil las compañías telefónicas y tecnológicas crean sus estrategias enfocadas en esa etapa frágil, empujándolos al chantajes hacia sus padres y en el peor de los casos a delinquir.

Aunque en el país haya un 31% de jóvenes desempleados sin oportunidades como lo establece la ley 49-00, existe la otra cara de la moneda que impulsa los cambios y reformas a través de las redes sociales como el caso del 4% a la educación, la revueltas juveniles en Venezuela  que todos conocimos a través del twitter, el cubetazo de agua fría para donar a una causa, formación de grupos para crear y debatir ideas sobre el sistema actual, difundir hechos que luego se convierten en noticias por el alcance e impacto…

Solo se debe tener un equilibrio en el manejo de las redes sociales verificando siempre la escritura y sus reglas, ejercitando el cerebro para no dejar todo a las máquinas, brindar atenciones en reuniones, comidas o clases a las personas y el contacto directo no a un objeto que cada vez hace más antisociales a nuestros jóvenes.

Mientras resuelvo lo del internet en mi celular, seguiré escribiendo mis poemas en el papel, pero deseando sumergirme en el ritmo acelerado de la navegación digital donde un segundo es un día, un minuto es semanas y una hora todo un año.


Ya ni yo sé si estoy perdida o actualizada, ¿usted que cree?

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