Por: Flavia Segura.
Yo soy partícipe y abogo para que las cosas se
hagan bien y cuando una persona infrinja la ley, pues, se apliquen las
sanciones correspondiente.
Ahora bien, si bien es cierto que no regimos
por leyes, que debemos cumplir, que hay funcionarios que actúan de manera
honorable y pueden andar con su cabeza en alto; no es menos ciertos, que
lamentablemente solo se aplican para los más pequeños, que a mayor posición,
mayor inmunidad posee una persona, aún las leyes establezca lo contrario.
Siempre he dicho, y es así, que las leyes son
iguales para todos, sin excepciones, pero, cuando hay personas que pretenden
aplicarla, con toda base legal para hacerlo, muchas veces se ve has fuera de lo
común y ni mucho caso se le hace.
Considero, que a la hora de aplicar sanciones
por faltas cometidas, en cualquier ámbito, laboral, personal, financiero,
moral, etc. Hay que ver el entorno, verificar como están actuando los más
grande, porque si no se ve como acciones ridículas. Siempre se corta la soga por lo más fino, y
no es justo. Da vergüenza ver como persona utilizan las posiciones a su antojo,
lucrándose deliberadamente, a mayor cargo, más dinero y en muchas ocasiones,
menos trabajo hacen, no van a sus áreas de trabajo, o entran y salen, y simplemente
se ve como algo normal, porque es jefe, o esta “pegao” con fulanito, o es hijo
o familiar, esposa, amante, amiga, etc… de los grandes y eso esta bien.
Diferente con los llamados chiquitos, los que
se matan trabajando, los que cumplen un horario, o tratan de siempre ir, aunque
por diferentes circunstancias, lleguen tarde, los que hacen el trabajo duro,
esos no, esos si son objetos de ofensas, maltratos, ningún beneficio, aún
establecido por las leyes, los que están en el ojo del huracán etc..
A esos si
hay que sancionar, a esos si hay que amonestar, etc. Esos que en ocasiones no
tienen que dejarle a sus hijos, antes de ir a trabajar, esos que ganan salarios
paupérrimos, esos que no duermen bajo comodidades, esos, que tienen que hacer
magia para no hacer lo mal hecho, esos que no son tomados en cuenta para nada,
no importa cuánto se preparen, a esos si se le aplican las leyes.
Yo soy partidaria de que cuando una persona
está en falta debe amonestarse, pero debe ser igual para todos, sin excepciones
y así cuando se haga, todos lo aceptamos y reconocemos, pero cuando no hay
calidad moral para algunas acciones es mejor no hacerla y saber bien cómo se
hace.
Sigo Pensando en Voz Alta, y pidiéndole a Dios
que cada día tenga más misericordia de nosotros y nos perdone por nuestras
indiferencias con nuestro prójimo y por los injustos que somos. Un pueblo que
no se conduzca con Sabiduría y temor de Dios, nunca será grande y respetado.
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