lunes, 18 de agosto de 2014

PENSANDO EN VOZ ALTA


Por: Flavia Segura.

Yo soy partícipe y abogo para que las cosas se hagan bien y cuando una persona infrinja la ley, pues, se apliquen las sanciones correspondiente.


Ahora bien, si bien es cierto que no regimos por leyes, que debemos cumplir, que hay funcionarios que actúan de manera honorable y pueden andar con su cabeza en alto; no es menos ciertos, que lamentablemente solo se aplican para los más pequeños, que a mayor posición, mayor inmunidad posee una persona, aún las leyes establezca lo contrario.

Siempre he dicho, y es así, que las leyes son iguales para todos, sin excepciones, pero, cuando hay personas que pretenden aplicarla, con toda base legal para hacerlo, muchas veces se ve has fuera de lo común y ni mucho caso se le hace.

Considero, que a la hora de aplicar sanciones por faltas cometidas, en cualquier ámbito, laboral, personal, financiero, moral, etc. Hay que ver el entorno, verificar como están actuando los más grande, porque si no se ve como acciones ridículas.  Siempre se corta la soga por lo más fino, y no es justo. Da vergüenza ver como persona utilizan las posiciones a su antojo, lucrándose deliberadamente, a mayor cargo, más dinero y en muchas ocasiones, menos trabajo hacen, no van a sus áreas de trabajo, o entran y salen, y simplemente se ve como algo normal, porque es jefe, o esta “pegao” con fulanito, o es hijo o familiar, esposa, amante, amiga, etc… de los grandes y eso esta bien.

Diferente con los llamados chiquitos, los que se matan trabajando, los que cumplen un horario, o tratan de siempre ir, aunque por diferentes circunstancias, lleguen tarde, los que hacen el trabajo duro, esos no, esos si son objetos de ofensas, maltratos, ningún beneficio, aún establecido por las leyes, los que están en el ojo del huracán etc..

 A esos si hay que sancionar, a esos si hay que amonestar, etc. Esos que en ocasiones no tienen que dejarle a sus hijos, antes de ir a trabajar, esos que ganan salarios paupérrimos, esos que no duermen bajo comodidades, esos, que tienen que hacer magia para no hacer lo mal hecho, esos que no son tomados en cuenta para nada, no importa cuánto se preparen, a esos si se le aplican las leyes.

Yo soy partidaria de que cuando una persona está en falta debe amonestarse, pero debe ser igual para todos, sin excepciones y así cuando se haga, todos lo aceptamos y reconocemos, pero cuando no hay calidad moral para algunas acciones es mejor no hacerla y saber bien cómo se hace.


Sigo Pensando en Voz Alta, y pidiéndole a Dios que cada día tenga más misericordia de nosotros y nos perdone por nuestras indiferencias con nuestro prójimo y por los injustos que somos. Un pueblo que no se conduzca con Sabiduría y temor de Dios, nunca será grande y respetado.

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