Por :Frank Pacheco
Periodista.
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La pasada XXX Convención del Partido Revolucionario Dominicano dio mucho de qué hablar a la opinión pública, la sociedad civil, la clase política y demás sectores sociales. Desde el inicio hasta el fin, esta obra de teatro se desarrolló bajo la dirección extraordinaria e histórica de una “Comisión Desorganizadora” que, lejos de imponer el orden, propició reyertas.
No me referiré a la costura de padrón, confeccionado para el capitán del barco a la deriba, ni a la falta de delegados que representen a un candidato determinado, ni a la desobediencia al Tribunal Superior Electoral, ni al cierre de centros de votación sin justificación alguna, ni otras irregularidades del proceso... ¡No! Porque eso, cual si fueramos videntes, ya sabíamos que iba a pasar. Señalaré en específico el robo de la tarjeta de memoria de una cámara de grabación que filmó los sucesos del show.
¿Cómo es posible que se vulnere la libertad de prensa, robando a ultranza la grabación de un suceso? ¿Cómo le otorgan la autoridad para manejar este tipo de situaciones a hombres armados, quién sabe con qué tipo de formación? ¿Acaso la prensa no tiene el permiso y la libertad de denunciar y presentar lo que la sociedad está ávida de conocer?
Es un irrespeto y una falta de consideración, justificar ese acto deleznable alegando que el suceso es típico de una concentración o reunión de la masa perredeísta. Nada excusa la sustracción de un material periodístico por parte de un grupo de personas que se manejan con un accionar propio de los animales selváticos.
Más indigno aún es escuchar al presidente de la tristemente célebre “Comisión Desorganizadora” de la Convención, Julio Maríñez, decir que los periodistas estaban parcializados con uno de los candidatos a la presidencia del PRD y que “se dejaron ver el refajo”.
A usted, doctor Maríñez, lo entero de que existe una distancia kilométrica entre la objetividad y dejarse ver el refajo. ¿Por qué se dejó ver el refajo la prensa? ¿Porque filmaron, reportaron y redactaron los hechos tal cual ocurrieron? ¿Porque a usted no le convenía que se difunda tal o cual información..? ¿A quién entonces, doctor, fue que se le vio el refajo?
El robo de la tarjeta de memoria, la agresión contra periodistas, las amenazas con armas del alto calibre contra los representantes de la prensa y otros hechos acaecidos, con el fin de defender un fraude inocultable, sí son acciones que le dejan ver el refajo a cualquiera. ¡Qué cinismo más expreso es culpar a otro de lo que uno comete!
Doctor Maríñez, a usted le informo que si la prensa dominicana se dejó ver el refajo reportando detalladamente lo ocurrido, al grupo que usted representa se le vieron los pantis y un poco más...
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