martes, 24 de junio de 2014

Aprobación o respaldo, en el noviazgo.



Mi hija es la más aplicada en clase, la mejor en todo lo que hace. Acaba de nacer y eso es lo que quiero para ella. Que logre todo lo que se proponga en la vida. Quiero verla graduada de la universidad, que tenga un excelente esposo, que pueda disfrutar de su matrimonio y luego que tenga bellos hijos. Eso sería lo mejor.
Pasaron los años… y ella salió embarazada a los 17. Con el novio que le acepté por lo mucho que la amo, pues no estaba de acuerdo con esa relación. Sabía que no era un buen muchacho, pero ella insistía en que estaba enamorada , pues tuve que aceptárselo por amor a ella. Me enojé mucho, la eché de la casa; mi corazón estaba roto. Se fue a vivir con el….el tipo., como ya sabía, era un patán y no la alimentaba bien, ella la estaba pasando mal, así que me la traje a casa para ayudarla y cuidarla

Tuvo una niña, a largo plazo se pudo graduar de la universidad, luego de un triple esfuerzo. La respalde en todo, no era lo deseaba para ella, pero qué bueno que pudo salir adelante. Amo mi hija.  

Es el mejor ejemplo que puedo encontrar para hacer ilustre lo que Dios respalda y no aprueba. El padre tipifica a Dios y la niña a nosotros. Si nosotros elegimos por nuestro criterio, y Dios nos aconseja que no es lo mejor, pero insistimos en que eso deseamos, Dios tendrá un respaldo en nuestra decisión. 
¿Es su perfecta voluntad? NO, ¿Es lo que planificó para nuestro futuro? NO, ¿Dejará de amarnos y cuidarnos por eso? No, tampoco. Dios en esencia nos ama y nunca se apartará de nosotros, pero eso no significa que todo lo que queremos es lo que Él quiere para nosotros. Es por ello, lo mejor, escucharle y buscar su dirección cuando de noviazgo se trata.

Es fácil ser engañados por nuestros sentimientos, pues engañoso es el corazón y solo Jehová nuestro Dios lo conoce. Por tanto mis queridos, no pongamos condiciones, si expresemos a Dios y pongamos en sus manos lo que deseamos y como nos gustaría que fuera nuestra pareja, pero… a fin de cuentas, busquemos la aprobación de Dios para esa decisión.

 Una aprobación que consiste en saber accionar cuando Él nos hace saber que algo no conviene y cumplir su diseño en nuestras vidas. Una aprobación que nos ayudará a caminar con mejor éxito y tener un matrimonio valeroso, ejemplar y para toda la vida.

Articulo por: Euri Santi
 
Articulo suministrado por la Ruth E.Llauger.

Ruth Esther Llauger
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@RuthEllauger
VIVIENDO EL SUEÑO DE DIOS EN MI VIDA...


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