Por. Jesús Pérez.
Utilizar
frases del lenguaje moderno no es de nuestro agrado, de hecho no lo estoy
haciendo aunque lo parezca, pero ciertamente NUNCA las autoridades dominicanas
habían tenido TANTO apoyo de la población para actuar en una determinada
situación.
Después
de lo ocurrido en la mañana de hoy en la Avenida 27 de Febrero, esperamos que
las autoridades dominicanas se enteren de una vez y por todas del gran monstruo
que representa la existencia de organizaciones choferiles cuyos miembros y
dirigentes no están dotados de los conocimientos necesarios que les permita
entender lo que es una sociedad organizada, un país o una nación.
Crear
un taponamiento simplemente porque ellos no quieren cumplir con las leyes de
tránsito es algo que no tiene pies ni cabeza. A caso no saben que alguien puede
su trabajo, perder clases, perder un vuelo, perder una cita importante o hasta
un paciente perder la vida por no llegar a tiempo a su destino.
Es que no hay conciencia de que bloquear la
principal vía terrestre de la ciudad es crear un caos de dimensiones
incalculables y lo peor si es en defensa de caprichos mediocres y simples.
Organizaciones
choferiles cuyos requisitos para pertenecer a ellas es solamente disponer de
una cantidad de dinero que le permita comprar una ruta. Luego buscan un carro
viejo y lo ponen en manos de alguien que sepa conducirlo, muchas veces sin la
documentación necesaria, pues cuentan con la protección del monstruo de
organización a la cual pertenece. No se exige un nivel educacional, ni un grado
académico, ni existe un reglamento disciplinario para ser parte de un sindicato
de choferes.
El
gran problema radica en que estos desaprensivos agrupados sin ninguna reglamentación
ciudadana, tiene un peso específico en los certámenes electorales. Son los
choferes son muchos y agrupados en organizaciones que a su vez pertenecen a
otra más grande y poderosa. Cada uno tiene una cédula de identidad y electoral
y a través de un llamado líder, que no es más que un comerciante, venden sus
votos al mejor postor a cambio de favores, dinero y facilidades.
Las
autoridades dominicanas tienen casi la totalidad del apoyo de los dominicanos
para tomar cartas en el tema de los choferes de transporte público. Hoy se dio
una muestra de que los comerciantes del transporte pueden hacer cosas grandes y
de trascendencia, no necesariamente buenas, pues eso no es esta su
características.
NUNCA,
nunca, nunca, nunca habían tenido nuestras autoridades TANTO apoyo para pensar
y actuar frente a los comerciantes del transporte que de manera muy acertada
les llamamos “los dueños del país”.
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