Los partidos y los llamados líderes que están tomando como estandarte dentro de su estrategia de campaña en el actual proceso para elegir Diputados, Senadores, y al Presidente de la Republica el próximo 05 de julio del año en curso, la están haciendo un flaco servicio a la Sociedad Dominicana.
Resulta contraproducente que por ambiciones grupales y personales supuestos líderes de la fauna política nacional, estén pidiendo a todo pulmón que el Pueblo Dominicana se de una segunda vuelta electoral, cuando no bien trata de salir de un tormentoso periodo gubernamental de ocho largos años, y se encuentra seriamente afectado por una pandemia sanitaria mundial.
Sin ningún miramiento, estos perversos, cínicos, y trepadores de la mala práctica política dominicana, desean provocar con su egocéntrica actitud , que del mil veces saqueado presupuesto nacional, se les premie con una segunda vuelta electoral, en un escenario tan nocivo como el que vive en estos momentos cada habitante de esta media isla.
Definitivamente, estos indolentes de la realidad del Pueblo Dominicano deben ser borrados de la faz política nacional en el proceso del 05 de julio, por atentar contra la estabilidad económica, sanitaria, lúdica y social de un pueblo que ya no aguanta más el robo descarado que esos falsos profetas han hecho del herario nacional.
Como todos los miembros de la generación del siglo veinte (XX) y una parte del siglo veinte y uno (XXI) hemos vivido, una segunda vuelta electoral provocaría terribles negociaciones económicas de espaldas al Pueblo Dominicano, creando extraordinarios sacrificios para satisfacer la voracidad de quienes tienen la posibilidad de apoyar con sus votos y militantes el seguro ganador de la contienda.
Una negociación de ese tipo en estos momentos sería catastrófico para todo ser vivo en la Nación, pero sobre todo para los miles de hombres y mujeres que por su edad han pasado a formar parte de la joven generación del siglo veinte y uno (XXI).
Los mercaderes del ambiente político dominicano deben recibir una lección contundente del alto nivel de civismo que en los últimos ocho años ha adquirido la sociedad dominicana. Viejos y jóvenes, unidos tras un mejor destino para el país, debemos dar un salto histórico en esa próxima cita electoral, desenmascarando a quienes por más de veinte años han simulado defender los intereses de los más afectados grupos sociales.
Cada partido y quienes los dirigen que se preparen a ejercer su derecho al voto el 05 de julio, pero que no le soliciten a una sociedad en total agonía otro sacrificio más por su supuesto bienestar, cuando todos sabemos que luego de enquistados en la dirección del Estado, se quitan la capa para dar paso al lobo feroz y perverso que realmente son.
Autor: Agustin Cortès Robles
