Por:América Pérez
El creador conoce tu corazón, de lo que eres capaz y de las cosas que te fortalecen, a veces pensamos en que no hay solución ante cualquier eventualidad, pero el siempre esta ahí, espera en su justicia, nunca tomes venganza ante nada ni nadie,sino que espera su tiempo, las cosas se iran poniendo justo en su mismo lugar.
Nos conoce demasiado bien, aun más que nuestros padres o nosotros mismos, cuando venimos a pensar en algo hace rato que él lo ha diseñado para nosotros,solo hay que ser paciente,hay momentos donde la desesperación nos ahoga pero, son pruebas para superar y testimonios que contar.
Cuántas veces hemos caído tan profundo que no entendemos el por qué, sin embargo,la recompensa de mantenernos fieles,es inmensa y gratificante. Y pensamos, waoooo pero por esto lloraba o por esto sufría. Dándonos cuenta que no valía la pena tanto tiempo perdido.
Todo es ganancia, nada se pierde aunque uno sienta que lo es en ese mismo momento, el tiempo nos da la razón. Experiencia de los errores,que nos construye, que nos pule, que nos hacen menos imperfectos,que nos cambia la perspectiva de vida, claro que lograremos crecer después de levantar los pies.
Nos esforzamos en caer bien o que nos validen, haciendo tantas cosas, pero la validez no es responsabilidad tuya sino de la otra persona, que debe permitirse abrir su corazón.
La vía para la paz es Dios,el reconforta el alma y el espíritu, es como agua fría en medio de una sequía, es la sombra fresca donde debemos buscar refugio,es el buen pastor que nos lleva por un camino seguro,es el sol que con sus rayos nos calienta, como el viento que acaricia el pelo...es el amor inmenso.
Mi alma busca tu rostro señor, a ti va mi confianza, porque tú no traicionas, tu no olvidas quién soy y ni mi valor. Gracias por tu amor inmerecido y porque me has permitido conocer la esencia de las personas, de qué están hechos sus corazones, pero te pido que no me llenes de amarguras ni rencor, solo de perdón y amor aun para los que quieren ver mi derrota.
Si soy luz es porque mi amado Dios me ha dado esa virtud.
