Hace meses que me enteré del viaje a Panamá para el desarrollo de la IV Cumbre Latinoamericana de Periodismo, sin dudarlo ni tener un peso dije: Yo voy para allá. Busque mi invitación a través del Colegio Dominicano de Periodismo, saqué mi pasaporte (Documento que deberíamos tener aun no tengamos visa).
La primera Odisea era el pago de 350 Dolares para la reserva del vuelo, del hotel y el visado(asunto que resolví con la ayuda de Rafael Garcia), por fin pague la cantidad, lo que me esperaba al igual que a mis amigos era esperar un mes para ver si nos visaban.
Mientras espera me movía haciendo el expediente para solicitar una ayuda en la Alcaldía de Santo Domingo Oeste, uno que otros papeles que justificaran el viaje. La otra prueba es que faltando dos semana para el viaje había que pagar los 800 dolares restantes(Que dolor de cabeza, sin dinero y había que pagar de lo contrario se caía la reserva de todo, otra vez Garcia me da una mano, dinero que devolví después con el aporte entregado por el alcalde Francis Peña).
En esos días angustiosos fueron generosos personas como el diputado Aquilino Serrata, Aura Heredia y Francisco Luciano quienes aportaron en la medida de lo posible a mi viaje pero también con algunos de mis amigos.
El sueño de ir a la cumbre y conocer ese país con su cultura y su melódico acento, cada dia lo construimos cinco periodistas que amamos la capacitación, entendiendo que muchas veces hay que salir de nuestras zonas de confort para poder crecer.
El tema de los recursos económicos no fue una limitante para seguir luchando por subir un escalón a nivel personal y profesional. Toqué puertas que no se abrieron pero eso no me detuvo, donde no había puertas la fabrique porque no suelo darme por vencida cuando persigo una meta.
El génesis del viaje a Panamá estuvo marcado de muchas caminatas a pie, muchos no puedo colaborar por ahora, agua lluvia sobre nuestro cuerpo, sol y hambre, pero aun así damos gracias porque cada lección es una experiencia que asumo como buena y valida.
Así comenzó todo, antes de salir de República Dominicana ya me sentía inmigrante, visualizando precariedades de ante manos, las cuales surgieron durante todo el viaje, pero eso es información para otra entrega...
Por: América Perez
Periodista
