Sol, arena, mar, tu pareja, besos, caricias, jugueteos, la temperatura se eleva y de pronto ambos desean tener relaciones en la playa. Pero si no se animan por temor a ser descubiertos o afectar su salud, aquí les decimos cómo hacer realidad su fantasía sexual sin “morir en el intento”, ¡atrévanse!
Sexo acuático, fantasía frecuente
Para muchas personas, el agua tiene connotación erótica debido a numerosas historias románticas en cine y televisión. Además, cuando el ambiente es más cálido que la temperatura corporal de una persona, como sucede durante primavera o verano, aumenta la producción de hormonas, como la luteinizante, que eleva el deseo sexual.
Tales circunstancias aumentan la excitación y, ante los ojos de la pareja, la playa se vuelve un lugar adecuado para tener sexo. Sin embargo, no se debe dejar de lado el sexo seguro, es decir, aquel que previene el contagio de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
¿Cómo tener sexo en la playa?
Para que sus fantasías sexuales en el mar se cumplan tal como las habían imaginado, tomen las siguientes precauciones y gocen sus relaciones sexuales sin riesgos de ningún tipo:
Busquen el lugar adecuado para tener sexo. Eviten hacerlo en una playa pública con mucha gente, pues incomodarían a terceros (sobre todo si hay niños merodeando).
Si las autoridades los descubren, podrían multarlos. Eso sin contar con que los “mirones” los graben o fotografíen y terminen volviéndose “famosos” en Internet.
En el momento indicado. El sexo en la playa a plena luz del día puede ser excitante, pero hay más probabilidades de que los “interrumpan”. Si esto no los detiene, protéjanse de los rayos solares, pues al estar descubierta, su piel quedará aún más expuesta a ellos. La desventaja de untarse bloqueador solar por todo el cuerpo es que la arena se pegará en cada rincón de su desnuda anatomía y, con la fricción, también podría haber irritación.
La noche es favorable para tener relaciones en la playa. Lleven linternas o velas a fin de iluminar el lugar y estar atentos a los insectos de la arena. Asimismo, eviten meterse a las profundidades del mar para prevenir fatalidades.
Con o sin ropa. Para el sexo acuático tienen 2 opciones: usar ropa fácil de quitar y poner o permanecer vestidos y mover sus prendas solamente lo necesario, así estarán presentables ante cualquier situación que les haga detener su encuentro.
¡Fuera arena! No lo hagan directamente sobre ella, pues es la enemiga número uno de sus genitales.
La arena puede causar irritación e infecciones por hongos, tanto en mujeres (por ejemplo candidiasis vaginal causante de secreción maloliente, comezón y molestias al orinar) como en hombres (al favorecer la balanitis candidiásica, inflamación del glande o cabeza del pene). Aunque no son consideradas enfermedades de transmisión sexual, son una amenaza para el sexo seguro.
Por si fuera poco, algunos estudios señalan que las playas suelen tener niveles detectables de enterococos, bacterias que pueden provocar infecciones en el tracto urinario o los intestinos.
Cuando hayan encontrado el lugar adecuado para tener sexo, extiendan una toalla o sábana donde quepan ambos. Si les es posible, aprovechen los camastros y las formaciones rocosas para evitar el contacto con la arena.
“Aguas” con el agua. Irónicamente, el agua reseca la vagina y la fricción de la penetración puede provocar dolor a ambos, incluso con el uso del condón. Si van a tener sexo acuático, lo ideal es que el nivel del agua no alcance sus genitales, sin embargo, para evitar la resequedad vaginal pueden utilizar lubricantes solubles en agua, ya que los formulados a base de aceite, combinados con sal u otros químicos, dañan el látex del condón. Tomen esto en cuenta también para el sexo en la alberca.
¡Usen preservativo! Hay quienes erróneamente creen que dentro del agua tendrán relaciones sexuales sin riesgos de embarazo o enfermedades de transmisión sexual, por lo que omiten el uso del condón, pero aun en esta circunstancia, el preservativo es imprescindible.
Debe colocarse con el pene completamente erecto y antes del contacto con el agua. De lo contrario, será más complicado ponerlo.
Durante su sesión de sexo acuático, revisen que el condón continúe colocado correctamente, pues si se filtra agua podría romperse.
Tras el coito, retira el preservativo antes de perder totalmente la erección, en caso contrario puede quedarse en la vagina. Depositen el condón usado en una bolsa de plástico y llévenselo, a nadie le gusta encontrar esos restos en sus paseos por la playa.
Enjuáguense. Lleven agua potable para lavarse después de tener relaciones sexuales en la playa. El lavado vaginal debe hacerse de arriba hacia abajo tratando de evitar la introducción de arena.
No permanezcan mucho tiempo con la ropa mojada una vez que salieron del mar; la humedad favorece infecciones.
Saber cómo tener sexo en la playa ayudará, sin duda, a romper con la monotonía y a avivar el deseo. ¡Ámense y disfruten sin riesgos ni temores a sus fantasías sexuales!